gran renuncia

¿A qué se renuncia en la gran renuncia?

La búsqueda de la felicidad y el bienestar en el trabajo son unas cuestiones que progresivamente están adquiriendo más importancia en el ámbito laboral: la mitad de los problemas de salud mental de la población ocupada están relacionados directamente con el trabajo.


A mediados del siglo XIV, se produjo la mayor pandemia que la humanidad haya vivido. En Europa, la mitad de la población pereció debido a la peste negra. Esto trajo consigo enormes cambios sociales, económicos y políticos en todo el continente: la escasez de trabajadores hizo que se incrementaran los salarios, aumentó la emigración del campo a la ciudad y aceleró movimientos sociales y culturales que derivaron en el Renacimiento.

Siete siglos más tarde, una nueva pandemia histórica –pero menos mortífera que la peste negra– está modificando, de nuevo, los hábitos laborales. La covid ha planteado otra forma de entender el trabajo, donde las condiciones laborales que favorezcan la flexibilidad y la conciliación, entre otras, pesan igual o más que los salarios para cambiar de empleo. En Estados Unidos, millones de personas han dejado sus antiguos empleos desde que empezó la pandemia en 2020. Muchos dimiten incluso sin tener una alternativa laboral a la vista, aunque con la perspectiva de conseguir un empleo mejor. Este fenómeno se ha denominado la Gran Renuncia.

Sin embargo, ¿qué demandan las personas que abandonan sus empleos? «Quieren trabajos no alienantes y que se alíen con sus objetivos de vida», explica Aurora Gómez, psicóloga sanitaria en Corio Psicología. Esta experta cree que la concepción que el empleo tiene en la vida de muchas personas ha cambiado: «el trabajo ya no define tu personalidad: no es lo más importante. Es algo que tiene que hacerte feliz y dar de vivir».

Buscar algo que te haga feliz

La búsqueda de la felicidad y el bienestar en el trabajo son unas cuestiones que progresivamente están adquiriendo más importancia en el ámbito laboral. El Informe sobre la Salud Mental y los Beneficios Laborales de InfoJobs alerta de que la mitad de los problemas de salud mental de la población ocupada está relacionada directamente con el trabajo. «Con la irrupción de la pandemia, en vez de haber una gran cantidad de bajas laborales, han decidido marcharse de la empresa», expone Gómez.

Aurora Gómez: «El trabajo es algo que tiene que hacerte feliz y dar de vivir»

Marcos Castro, profesor de Economía de la Universidad de Málaga, señala que cada vez más personas, debido a la crisis económica y sanitaria, sienten la necesidad de dedicar más tiempo a los cuidados y elegir entornos urbanos y laborales más seguros y con mayor calidad de vida. «La gran renuncia es la constatación de que las cuestiones salariales, aunque centrales, no son las únicas relevantes. La satisfacción y reconocimientos personales, el clima laboral, la conciliación familiar y la dedicación laboral son cada vez cuestiones más importantes», explica.

«Las condiciones laborales son la forma en la que, en cada momento histórico, se ha entendido la relación entre empresa y trabajador, el valor que se le da al empleo y el papel que este cumple en el orden social», explica José Manuel García, profesor de Sociología de la Universidad de Málaga. Gómez plantea que el nuevo orden de prioridades de las personas que eligen cambiar es ahora el siguiente: el teletrabajo, la flexibilidad horaria, la separación de trabajo y vida personal, y las jornadas más reducidas, «por encima en muchas ocasiones del salario». Este cambio obedece a una posible crisis del modelo social. «El trabajo es una de las instituciones básicas junto con la familia y la educación. Si alguna falla, la estructura social entra en crisis, en proceso de transformación», explica García.

Teletrabajo, conciliación y deslocalización

Sin embargo, este cambio no parece ser homogéneo. Castro cree que la evolución del mercado de trabajo en España está en línea con la experimentada por las sociedades postindustriales. «Nos encontramos simultáneamente con dos grupos de profesiones: aquellas de alto valor añadido, donde las condiciones económicas, flexibilidad o posibilidad de teletrabajo son muy positivas; y aquellas en las que las condiciones laborales y salariales son cada vez más deficientes y donde prima la insatisfacción e inseguridad laboral», sostiene.

Las primeras hacen referencia a los sectores tecnológicos, industriales y financieros mientras que el segundo grupo comprende el comercio, la agricultura, la hostelería, la construcción o la economía de los cuidados. «La probabilidad de moverse laboralmente va unida a la probabilidad de encontrar un nuevo trabajo. Hoy lo encontramos donde las tasas de desempleo son más bajas y la tecnología facilita la movilidad», explica García. «En las profesiones de alto valor añadido, la capacidad de maniobra y elección de sus condiciones es mucho mayor», sentencia Castro.

Los principales destinos que persiguen los teletrabajadores son el ámbito rural, la costa, el extrarradio y las capitales de provincia

Los cambios laborales y la expansión del teletrabajo que ha traído la covid está generando un efecto de deslocalización cada vez mayor. Según la Radiografía del mercado de la vivienda 2020-2021 de Fotocasa, los principales destinos que persiguen los teletrabajadores son el ámbito rural, la costa, el extrarradio de las grandes ciudades y las capitales de provincia. «Ciudades con alta calidad de vida como Málaga, Valencia o Barcelona están viéndose beneficiadas de la llegada de los nómadas digitales de sectores tecnológicos e industriales», apunta el economista.

Tanto Castro como García coinciden en que las ocupaciones más digitalizadas que permiten el teletrabajo son las que se están viendo más favorecidas en este proceso de movilidad laboral y se atreven a definir un arquetipo: hombre joven, con estudios superiores, de clase media-alta. «Allí donde la presión sobre el trabajador del conocimiento es más alta y hay más posibilidad de cambiar de trabajo, es más fácil la renuncia», explica García. Gómez cree que estos cambios han puesto la pelota sobre las empresas: «Son ellas ahora las que tienen que plantearse cómo mostrar a los trabajadores que sus puestos presentan calidad de vida y que su cultura corporativa cumple con los derechos laborales».

De la misma manera que la peste negra transformó la vida medieval, parece que la covid está fraguando una nueva forma de entender la relación entre el trabajo y las personas. Más conciliadora, más flexible y una herramienta más para ser feliz. Sin embargo, en España aún son pocos los que se pueden permitir esa renuncia.

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