La pasión de lo que nos une como hinchas del fútbol no debería ser una experiencia que excluya: celebrar un gol o emocionarse al ver un partido no entiende de capacidades. El encuentro entre el Atlético de Madrid y el Lille OSC se convirtió en uno de los partidos más inclusivos de la historia para visibilizar la importancia de tomar medidas para mejorar la accesibilidad del deporte rey.
El fútbol es pasión, sentimiento y diversión, pero también una herramienta para transformar la sociedad y para hacer del mundo un lugar más tolerante. Puede sacar lo peor de las personas, pero también lo mejor: además de ser una maquinaria para facturar miles de millones de euros, hay clubes, organizaciones e instituciones que trabajan para que el deporte rey sea una palanca de cambio e inclusión que mejore la vida de todas las personas, independientemente de su raza, género o capacidades.
El césped del Riyadh Air Metropolitano ha vivido muchos momentos históricos. Finales, goles, triunfos. Este 2024, además, ha vivido un momento clave para la conquista de la equidad en el fútbol español. El Atleti-Lille, tercera jornada de la fase liga de la UEFA Champions League, también fue la segunda edición del Partido Inclusivo en España y tercero a nivel mundial, una iniciativa impulsada por el Atlético de Madrid esta temporada con la colaboración de World Football Summit, Integrated Dreams, AccessibAll y Diario AS.
En las gradas, un reflejo de la diversidad que existe fuera de ellas: en el mundo hay alrededor de 1.300 millones de personas con discapacidad, aproximadamente el 16% de la población global. En la UE, Eurostat estima que el 27% de ciudadanos tiene alguna forma de discapacidad.
Aunque ya había un antecedente en la Liga española –en febrero de 2023, el Real Betis organizó el Primer Partido Inclusivo, un encuentro en el que se batió el récord mundial de asistentes con discapacidad en un partido oficial, 1.740 personas–, esta vez no se buscaba batir récords, «sino transformar vidas», explica Marian Otamendi, CEO de World Football Summit. «Cada persona con discapacidad que pudo disfrutar del partido representa una victoria para el fútbol inclusivo. Las emociones, amistades y recuerdos únicos creados en esta noche especial permanecerán para siempre».
Foothand, un nuevo deporte para todos
Quien ama el fútbol sabe que el partido también se vive en la emoción de las horas previas. En este caso, la jornada comenzó en la fan zone del estadio, donde cientos de aficionados participaron en actividades de deporte adaptado, como el foothand, fútbol en silla de ruedas para aquellas personas con algún tipo de discapacidad motora en las piernas, aunque no solo para ellos: es un juego para todos.
Raúl San Miguel lleva veinte años trabajando en este deporte y conoce como pocos las dificultades y alegrías que entraña. Su organización, Fundación Accesibilidad Universal, nace del sueño por crear un concepto diferente, innovador y único en la inclusión de personas con discapacidad. Han necesitado quince años de investigación hasta conseguir crear una bota con la forma y el peso adecuados para poder realizar con las manos los mismos movimientos que los jugadores de fútbol hacen con el pie. Ya van por su sexta versión y lo han patentado a nivel mundial. «A muchos exfutbolistas les ilusiona poder volver a ejecutar los mismos gestos técnicos que cuando jugaban», explica.
Han trabajado con psicólogos y fisioterapeutas para obtener un reglamento concreto y adaptar el juego a diferentes situaciones. «Cualquier persona puede entrar por la puerta del polideportivo y tenemos que darle una solución. Trabajo con niños y niñas de 6 y 8 años y tengo personas de 80. Todos quieren jugar», cuenta Raúl. Una de esas personas es Lucía, una niña que, tras sufrir una enfermedad, perdió la movilidad de sus piernas. Gracias al foothand aprende a adaptarse a su nueva vida. «Le estamos enseñando a caer de la silla, a que pueda levantarse sola».
Su objetivo es que sea un juego y un deporte para todos, no solo para personas con movilidad reducida, personas mayores o personas con discapacidad. La esencia de la inclusión. Tras realizar en Madrid jornadas de sensibilización en las clases de Educación Física de unos 15 centros, han podido evidenciar que es una modalidad que gusta y se demanda. «Hemos trabajado con 853 alumnos y alumnas de 12 a 16 años sin discapacidad 850 quieren que se les dé una clase de Educación Física en silla de ruedas una vez al mes», cuenta con ilusión Raúl. Los profesores de educación física solicitan formación en foothand para cuando tengan alumnos con discapacidad y lo quieren convertir en actividad extraescolar. Y es solo el principio.
El fútbol se puede sentir sin ver
Mientras unos descubrían el foothand, otros jugaban al blindfutsal, blind football, o, lo que es lo mismo, fútbol cinco para personas ciegas. Una de las jugadoras esa tarde fue Noa Nishiyama, un ejemplo perfecto de que se puede sentir una pasión profunda por el fútbol sin necesidad de verlo. A sus 24 años, esta joven japonesa, jugadora de fútbol sala, es un gran referente para niños y niñas en su país. Cuando le preguntamos cómo se siente al asistir a un partido de fútbol como este, ella reconoce que disfruta más del fútbol en el campo. «Prefiero jugar. Creo que es debido a la discapacidad: no me entero cómo juegan ni tampoco puedo imitar su juego como quienes no tienen discapacidad», cuenta.
Esa diferencia que explica es clave para quienes tienen discapacidad visual. «Cuando voy al estadio, puedo disfrutar del ambiente pero no puedo seguir el partido. En cambio, en la televisión o la radio puedo seguir el juego, pero sin notar a la afición y el ambiente del partido».
Esta perspectiva se tuvo en cuenta a la hora de pensar cómo impulsar la inclusión en este partido. Durante el partido, se facilitó la opción de comentario audiodescriptivo para personas ciegas o con discapacidad visual a través de un enlace que se envió con todas las entradas y al que se podía acceder a través a de cualquier teléfono smartphone conectado a unos cascos. «Gracias a la descripción, pude de disfrutar los dos a la vez, que es la ventaja básica de ir al estadio», subraya Noa.
El partido fue retransmitido por el locutor especializado Javier Barco, habituado a realizar este tipo de retransmisiones. «El modelo de la radio deportiva en los últimos años ha ido cada vez más hacia la tertulia en detrimento de la narración. En la audiodescripción tratamos de referenciar al máximo la posición de la pelota en el campo. También tratamos de comentar aspectos distintivos de los futbolistas y del ambiente que ayuden al oyente a generar una composición mental», indica el experto. ¿La clave? Describir lo mejor posible lo que ha pasado y está pasando. «No podemos recrearnos en gritar un gol y alargar ese grito en el tiempo como en televisión o radio. Pasados un par de segundos es importante describir el antes y el después: cómo ha sido el gol, cómo ha avanzado la jugada, qué ha hecho el autor del gol tras marcar, cuál es la reacción del portero. Es importante comentar la gestualidad de los protagonistas porque eso ayuda a entender sus emociones en caliente», detalla Javier.
Vivir la experiencia en el campo del Atleti le hizo reforzar su idea de que el deporte puede ser una fiesta inclusiva con todas las personas, tengan las capacidades que tengan. «El siguiente paso es implementar la inclusión de manera consolidada y despojarlo ya de ese carácter eventual y especial. Todas las personas tienen el derecho a disfrutar cada semana de la mejor experiencia que se le pueda ofrecer», opina. Desde el Atlético de Madrid parece que han recogido el guante: después de la buena acogida, están trabajando para implementar el servicio de audiodescripción en todos los partidos. Otros clubes como el Deportivo de la Coruña ya han podido desarrollar una app específica para ofrecer este tipo audiodescripción en sus partidos.
La segunda oportunidad deportiva de Eduardo
Desde la grada, Eduardo Meléndez vivía con emoción doble el partido: primero, por su afición por el fútbol; segundo, porque conoce en primera persona el poder del deporte para cambiar vidas.
Eduardo es director de proyectos sociales, auxiliar técnico en Dragones de Lavapiés, especialista en deportes para personas con discapacidad física y técnico de fútbol amputado. En 2017, un accidente le dejó 22 días en coma y sufrió la amputación de su brazo derecho. Todo ello complicó sus dinámicas familiares y su vida personal y cayó en una profunda depresión. Gracias al fútbol, encontró una vía para volver a ilusionarse: dos años después de perder el brazo, ya estaba jugando y había fundado la Peña Bética, un equipo formado por personas que, por diversas circunstancias, han sufrido la amputación de algún miembro. En él, conviven y juegan desde niñas de tres años hasta adultos que rozan los setenta.
«Existe un gran desconocimiento respecto a los problemas y necesidades diarias que tenemos las personas amputadas», explica Eduardo, que pone como ejemplo las sesiones de fisioterapia para aliviar los dolores constantes que les provoca la descompensación. «El fútbol para amputados sirve a la vez como competición y rehabilitación», apunta.
Su proyecto ha sido uno de los impulsados por el Football For All Leadership Programme de la entidad Integrated Dreams, el primer programa internacional diseñado específicamente para promover la empleabilidad, el emprendimiento y la creación de redes para personas con discapacidad en el mundo del deporte. Él, mientras tanto, sigue peleando en el campo y en la grada.
Menos decir, más involucrar
El partido fue un ejemplo excepcional, pero no debería ser una excepción. Entre otras medidas puestas en marcha por el club rojiblanco, además de contar con las actividades adaptadas de la fan zone o el servicio de la narración descriptiva para personas con discapacidad visual, se reforzó la accesibilidad y se facilitó un palco acondicionado para niños con autismo, se desarrollaron actividades de sensibilización sobre ColorADD para personas con daltonismo, una intérprete de lenguaje de signos retransmitió el himno y la alineación en directo.
Sin embargo, aún falta mucho por hacer. El fútbol europeo tiene el deber de reflexionar proactivamente sobre cómo podemos unirnos para hacer de él un deporte para todos. Para ello, Football for all abilities es una de las once políticas incluidas en la Estrategia de Sostenibilidad del Fútbol de la UEFA 2030, con la que se busca fomentar infraestructuras y sedes de fútbol inclusivas, asegurando la accesibilidad para jugadores y aficionados de todas las capacidades y orígenes.
«Al aprender de las mejores prácticas y desafíos existentes, y al aprovechar herramientas como la UEFA Accessibility Checklist, podemos colaborar para crear nuevas e innovadoras soluciones que generen entornos más accesibles», cuenta Olivier Jarosz, CEO de AccessibAll, una de las organizaciones impulsoras del evento y que ha realizado más de un centenar evaluaciones de accesibilidad en estadios, promoviendo la igualdad y la inclusión en todos los niveles del juego. Sin embargo, recuerda que eso no basta. «Recordemos que la mera presencia de personas con discapacidad no equivale a inclusión. Una organización, programa, servicio o espacio es verdaderamente inclusivo solo cuando las personas con discapacidad son habilitadas y valoradas como participantes plenos, con un sentido de valor, pertenencia y autoestima».
El Atlético de Madrid, anfitrión del partido, ya está trabajando para conseguirlo y cuenta ya con una estrategia de impacto en términos de diversidad e inclusión. A finales de 2023, el club rojiblanco lanzó We love football, un proyecto para ayudar a canalizar todas sus acciones destinadas a construir un fútbol protagonizado por la diversidad, la inclusión y la igualdad. Además, a través de su Fundación, el club apuesta por el deporte como herramienta transformadora, con el objetivo de lograr la máxima inclusión de las personas con discapacidad intelectual gracias a la mejora de sus capacidades a través de metodología propia y programas de fútbol adaptado. Ya trabajan en cuatro escuelas a las que acuden casi un centenar de niños y niñas con trastornos del lenguaje severos o con enfermedades raras para fomentar el desarrollo de aquellas habilidades sociales esenciales para favorecer su integración.
«Debemos empezar desde lo pequeño y pensar más allá del estadio. Cuando hablamos de inclusión en el fútbol, nos referimos a que todos los servicios y actividades deben ser accesibles para todos, no solo para algunos segmentos de personas», concluye José Soares, CEO de Integrated Dreams. Para él, si quiere seguir creciendo y ser un deporte líder a nivel mundial, el fútbol debe empezar a ver la discapacidad como una oportunidad para innovar. Sus palabras resuenan en las puertas del estadio Metropolitano. Sobre ellas hay dos palabras gigantes: Coraje y Corazón. El lema del club y el de la sociedad inclusiva que queremos construir. La pelota ya ha echado a rodar. Solo falta marcar el gol.
Este artículo fue elaborado por Rubén González-Román y Elena González del Pino, del equipo de Inteligencia Social y Consultoría de 21gramos.