Si las personas intentamos mejorar en el camino de la consciencia y ser más ‘eco’, nuestras mascotas también pueden hacerlo. Bueno, nosotros podemos ayudar a que lo hagan con unos sencillos consejos que harán que nuestros amigos peludos se pongan patas a la obra, sean más felices y vivan mejor.
La amistad entre los humanos y los perros se remontan a la Edad de Hielo, una relación a prueba de bombas en la que ambos hemos cambiado, acostumbrándonos a estar juntos. Como algo que forma parte intrínseca de nuestra vida, tener mascotas también tiene implicaciones con nuestra forma de consumir y actuar como ciudadanos. Desde los juguetes y el pienso que le compramos a las decisiones a la hora de cuidarlos y recoger sus excrementos, podemos mejorar la vida de nuestros perros y alinearla con nuestro compromiso de llevar una vida más consciente para que ser el perro verde ya no sea sinónimo de ser un bicho raro, sino el más guay de la calle. Aquí van algunos trucos para conseguirlo.
Usa juguetes reciclados y dale una segunda vida a las cosas que ya tienes
Si ya tienes un perro, sabes que les encanta jugar y, de paso, destrozar, sobre todo cuando son cachorros. Si quieres reducir tu consumo de plástico, comprar constantemente juguetes de goma o peluches no es la mejor opción. Afortunadamente, hay gestos que permitirán que tu perro siga divirtiéndose.
Una primera opción es utilizar juguetes que ya no utilicen tus hijos, familiares o amigos, a ser posible que no contengan plástico. Incluso puedes hacerlos tú mismo reciclando objetos de tu casa: por ejemplo, un pantalón vaquero o un jersey que ya no uses pueden transformarse, con los cortes y nudos adecuados, en una divertida pelota. Si quieres conocer más opciones y apaños de este tipo, en la web de Instructables encontrarás divertidos juguetes hechos a mano y con materiales cotidianos.
Apuesta por piensos ecológicos
El 75% de las tierras cultivables del planeta están orientadas a producir piensos para dar de comer a los animales, algo que supone un problema medioambiental sobre todo en aquellas zonas más vulnerables, pues deteriora las superficies fértiles y contamina las masas de agua. Aunque esas cifras y problemas aluden sobre todo a las grandes granjas de ganadería intensiva, en ese porcentaje se incluye la producción de alimento para nuestras mascotas.
Dentro de todas las opciones del mercado, hay unas más verdes que otras. Evidentemente, no podemos hacer que nuestros perros se hagan veganos, pero sí buscar piensos que sean respetuosos con toda la cadena de producción, fabricados con ingredientes ecológicos libres de plaguicidas, insecticidas u otros químicos. Algunas de las marcas que trabajan en ello son Naku Vida, Markus Mühle, Nature’s Variety o Retorn –que tiene alimentos secos y húmedos para perros y gatos, además de juguetes hechos con materiales orgánicos– aunque no son las únicas: afortunadamente, cada vez hay más opciones dentro de este tipo de alimentos.
Usa bolsas biodegradables
Una de las responsabilidades ineludibles de tener un perro es la de salir a pasear y, en el camino, recoger sus cositas. Muchas de las ciudades cuentan con bolsas de plástico para ello en las propias papeleras pero, además de que no siempre hay, normalmente el material con el que se fabrican no suele ser reciclado.
Por eso, es recomendable tener en el bolso –o la correa– tus propias bolsas. Hay opciones compostables o biodegradables que se descomponen fácilmente, al igual que lo hace la caca de tu perro. Al mismo tiempo, si vas a salir por la ciudad, también es un buen gesto llevar contigo una botella de agua mezclada con un poco de lejía u amoniaco para limpiar el pis que pueda hacer en alguna esquina.
Precaución con los plásticos y los microplásticos
Esta semana conocíamos la noticia de que, por primera vez, se han detectado microplásticos en la sangre humana y, al igual que su presencia es un problema para nosotros, también lo es para nuestras mascotas. Para reducir al máximo los riesgos y conociendo su tendencia a morder los objetos, lo primero es intentar evitar el uso de plástico en juguetes y apostar por materiales que no lo contengan, como el bambú o el acero, para cuencos y bebederos.
Lo mismo sucede con las correas. Además de apostar por algunas hechas de nudos con diferentes cuerdas que tengamos en casa, también están saliendo marcas como Gobak, que ofrecen completos para perros fabricados con materiales reciclados, ecológicos y respetuosos con el entorno.
A la hora del baño, también puedes optar por geles o champús ecológicos que cuiden su piel y su pelo y estén libres de este tipo de partículas. Algunas recomendaciones son Menforsan o Jabón Zorro D’Avi, que además es artesanal y en formato sólido.
No compres, adopta (o cuida temporalmente)
Aunque pueda resultar obvio, el conocido eslogan sigue estando vigente y es, en realidad, el primer paso para tener mascotas de forma consciente. Por desgracia, aunque las cifras están reduciéndose gracias a la concienciación ciudadana, en 2020 se abandonaron más de 162.000 perros en España, que acabaron en diferentes refugios y perreras en busca de nuevos hogares.
En el caso de que tengas que irte de viaje y no puedas llevarlo contigo, existen numerosas guarderías caninas donde cuidarán de ellos y se lo pasarán genial con otros perros. Algunas buenas opciones de este tipo son Mejora,Terra Cans, Mas Mon-Rost o Don Perro.
Si, por otras circunstancias, ya no puedes convivir con tu mascota –por ejemplo, es el caso de ancianos que tienen que trasladarse a una residencia y no se lo pueden llevar consigo porque hay muy pocas que lo permitan–, existen numerosas asociaciones sin ánimo de lucro en toda España que pueden buscarle una nueva oportunidad.
Además, si no puedes hacerte cargo de un perro a largo plazo pero te encantan, puedes hacer voluntariado cuidándolos en muchas de estas asociaciones y protectoras. O también puedes apuntarte a programas como el de la Fundación Once, en la que ayudarás a cuidar y educar a los futuros perros guía en sus primeros meses de vida.