Diez jardines con encanto que puedes visitar este año

Los jardines, además de ser los pulmones de la ciudad, también son unos rincones donde contemplar la belleza natural en medio de las junglas de asfalto, pequeñas explosiones de colores en medio del gris. Si algo nos ha enseñado la pandemia es que las personas necesitamos vivir rodeados de naturaleza y frecuentar espacios abiertos, dentro y fuera de las ciudades. ¿Qué mejor plan que hacer la mochila y adentrarse en ellos?

De Sevilla a Estocolmo, pasando por Madrid y haciendo trasbordo en Ámsterdam, en el siguiente post os recomendamos diez parques y jardines conocidos y no tan conocidos que, si viajáis este año por España y Europa, no podéis perderos para encontrar ese momento de paz en medio de la aventura turística.

Jardines de Murillo (Sevilla)

La primera parada nos lleva a este jardín sevillano que se encuentra situado junto al Barrio de Santa Cruz y que anteriormente formaba parte de los Reales Alcázares de la ciudad.

Relativamente jóvenes, pues fueron rediseñados a principios del siglo XX, los Jardines de Murillo albergan en su interior multitud de especies vegetales, entre las que podemos encontrar magnolios, naranjos, ficus o damas de noche, que se funden con glorietas, fuentes, cerámicas y monumentos de estilo andalusí. ¿Otro motivo más para visitarlos? El célebre pintor Bartolomé Esteban Murillo, a quien debe su nombre, está enterrado en la iglesia del barrio colindante.

Carmen de los Mártires (Granada)

Reza el dicho que no hay mayor pena que el ser ciego en Granada, y eso incluye sus parques y jardines. Es difícil elegir uno entre todos los que alberga la ciudad ya que, solo con visitar la Alhambra ya tendríamos estímulos para rato.

Si queremos alejarnos del bullicio que normalmente acoge la alcazaba y encontrar un rato de tranquilidad, los jardines del Carmen de los Mártires son el lugar indicado. Aunque están situados dentro de la Alhambra, en su interior encontraremos un extraordinario palacete, jardines de ensueño y huertos nazaríes con extraordinarias vistas panorámicas de Sierra Nevada, de la Vega y de la ciudad. Actualmente, y tras muchas remodelaciones, su estilo de entremezcla con toques ingleses y franceses. Un lugar perfecto para descansar después de patearse la octava maravilla del mundo.

Sendero de los sentidos (Tenerife)

Al pensar en Tenerife es inevitable que nuestra mente dibuje el Teide y su parque nacional. No obstante, en el macizo montañoso nordeste de la isla, encontramos un sendero de película. Con un recorrido de entre treinta y cuarenta y cinco minutos, podemos experimentar multitud de sonidos, olores e imágenes que nos recordarán casi a la selva amazónica: dentro del Sendero de los sentidos se encuentra una biodiversidad única en Europa.

Es recomendable visitarlo en días nubosos, pues en ciertas zonas del parque Natural de Anaga, lugar donde discurre nuestra ruta, se crea la sensación del llamado mar de nubes, una pareidolia que se crea cuando las nubes se acumulan a baja altura.

Olivar de Castillejo y el parque de El Capricho (Madrid)

En el céntrico distrito del barrio de Chamartín se encuentra escondido este oasis de paz y tranquilidad que albergó durante principios de siglo a multitud de intelectuales, un cometido que hoy se está recuperando gracias a la Fundación Olivar Castillejo.

El interior del jardín contiene más de cien olivos centenarios, junto a jaras, retamas, romeros y almendros, en memoria de los antiguos campos de cultivo que tenía la villa de Madrid. Aunque no es un entorno demasiado conocido entre los propios madrileños, el Olivar de Castillejo organiza un sinfín de actividades culturales, entre las que destacan conciertos, exposiciones o recitales de poesía.

Otro magnífico ejemplo de los jardines que alberga Madrid es El Capricho, en Alameda de Osuna. Eclipsado por el Retiro, lo singular de este parque se encuentra en su riqueza cultural, botánica y artística. En él encontraremos templetes, ermitas, fuentes, plazoletas, un palacio… e incluso un búnker de la Guerra Civil.

La Florida (Vitoria)

A pesar de encontrarse en el centro de la ciudad y ser bastante conocido entre los habitantes de la ciudad, no podíamos dejar fuera de esta lista al jardín de la Florida de Vitoria. En sus más de tres hectáreas encontramos itinerarios botánicos, una reconstrucción del antiguo árbol milenario del amor e incluso estatuas de reyes godos.

La belleza de este entorno –utilizado habitualmente para realizar numerosos eventos– es una razón más para visitar la ciudad, que fue proclamada en 2019 Global Green City (Ciudad Verde Global), premio recibido gracias al impresionante anillo verde que rodea la ciudad.

Parque del Laberint d’Horta (Barcelona)

Situado en uno de los barrios obreros de la ciudad condal, el Laberint d’Horta tiene la merecida fama de ser uno de los jardines más antiguos y bonitos de Barcelona.

Estos jardines-museo están diseñados para perderse y experimentar todo tipo de emociones. Cascadas, fuentes, templetes y esculturas mitológicas de estilo neoclásico y romántico se funden entre la muralla de setos y árboles que da forma al laberinto.

Centro de Conservación deÖkowerk (Berlín)

Saltando fuera de nuestras fronteras, aterrizamos en una de las ciudades más verdes del viejo continente: aunque muchas personas tengan la imagen del Berlín industrial, la capital alemana cuenta con 2.500 espacios verdes entre parques y plazas que son, además, un auténtico paraíso para los amantes de las bicicletas.

Uno de ellos es el Centro de Conservación de Ökowerk. Situada en el centro de la ciudad, esta antigua fábrica de agua fue remodelada en 1985 para convertirse en un paraíso natural lleno de biotopos ricos en especies. En su interior encontraremos un centro de información sobre la vida del agua, jardines temáticos naturales, talleres de educación ambiental… y animales. Muchos animales.

Begijnhof (Amsterdam)

Si lo que queremos es un lugar escondido y con encanto, este jardín holandés reúne todas las características. A solo unos pasos de la concurrida Plaza Spui de la capital neerlandesa, encontramos un remanso de paz y tranquilidad que alberga en su interior la casa más antigua de la ciudad.

Una pequeña casa de madera del siglo XVI, una iglesia del siglo XV y un espectacular jardín se levantan en un lugar que tiene el honor de ser la primera capilla clandestina de Ámsterdam, parada obligatoria de los tours. Hoy, las beguinas, una congregación femenina católica laica, son sus únicas habitantes.

Parque flotante (Copenhague)

Aunque la pandemia retrasó su inauguración, este parque será una de las construcciones verdes más modernas y creativas de Europa. En un alarde de imaginación, los daneses han construido un parque sobre el agua formado por pequeñas islas y plataformas que contienen jardines, árboles y zonas creativas.

El parkipelagonombre que le dan sus arquitectos– nace de la necesidad de combatir la gentrificación que están viviendo las grandes capitales y el aumento del nivel del mar que sufrirán las ciudades costeras a causa de la crisis climática.

Djurgården (Estocolmo)

Nuestro viaje toca a su fin en una de las ciudades más verdes del viejo continente. Este parque se encuentra cerca del centro de la capital sueca y es conocido por sus habitantes como Ekoparken. Esta zona natural, en la que tan solo residen 800 personas, alberga animales tan exóticos como osos pardos, lobos o renos.

Djurgården estocolmo

La isla Djurgården fue proclamada Parque Nacional Europeo debido a que tiene una ubicación única dentro de una ciudad y, además, a que contiene los museos más importantes de Estocolmo.

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