Rosalía de Castro es una autora que no cabe en las etiquetas. Una poeta que luchó con su obra por derribarlas todas, reivindicando el papel de la mujer, de la lengua gallega… y también plasmando la belleza natural del entorno. Si algo les gustaba a los autores románticos era la naturaleza, y en Galicia existía –y existe– un escenario increíble para admirarla, por lo que esta se cuela en la obra de la autora como un torrente.
Las plantas que aparecen en su obra protagonizan la exposición Herbario Rosalía de Castro. Nasín cando as prantas nasen, que puede visitarse hasta el 25 de marzo en el Real Jardín Botánico-CSIC de Madrid. Entendida como un homenaje a la gallega, la muestra también quiere subrayar su forma bella y particular de contemplar el paisaje, uniendo sus versos con las diferentes especies vegetales que aparecen en ellos.
La poeta no dejó un herbario como tal, así que fueron María López Sández y María Isabel Fraga Vila, profesoras de la Universidad de Santiago de Compostela quienes empezaron el proyecto de crearlo, leyendo atentamente su obra completa y paseando por los lugares en los que vivió la autora. «Su voz sale de las plantas y la inspiración es la naturaleza», resume López Sández.
Rosas, robles, toxos, pensamientos… Una colección que puede leerse también en clave de conservación: hay menciones a plantas que ya han desaparecido de Galicia, y la reivindicación que hace contra la tala de los robles en su obra En las orillas del Sar mantiene su vigencia en un momento en el que los ecologistas gallegos piden recuperar su presencia en los bosques frente a especies invasoras como el eucalipto. Tienes hasta finales de mes para visitar la exposición. Si necesitas más razones para convencerte, puedes encontrarlas en este artículo de Raquel C. Pico en Yorokobu.