Como en tantos otros ámbitos, gran parte de las mujeres que se dedican al diseño siguen estando en un segundo plano. Aunque hay muy buenas profesionales, la visibilización sigue siendo una tarea pendiente. «Hay muchas de ellas que se forman como tal, pero hay pocas que funden su propio estudio, lideren proyectos o incluso que lleguen a alcanzar puestos de más responsabilidad. Y eso que hay una representación muy alta de mujeres en el sector», explica Gloria Ruiz, gestora cultural y fundadora del Brief Festival. Ella, junto a su compañera y diseñadora María Carmona, hace un año que lanzaron el proyecto FIDO para intentar darle la vuelta a la situación.
FIDO (Feminism in Design Office) pretende construir el mayor directorio de diseñadoras profesionales y, al mismo tiempo, ayudar en la visibilización de sus trabajos mediante un impulso en comunicación, con artículos y entrevistas. Hoy, en su base de datos ya tienen a 200 mujeres diseñadoras procedentes de todas partes del mundo. Juntas, han logrado crear una comunidad activa que se ha convertido al mismo tiempo en un espacio seguro a la hora de hablar de lo que les preocupa o de situaciones que han vivido en sus trabajos. «Las diseñadoras necesitan contar cómo es su día de trabajo, la conciliación familiar, cómo afectan sus horarios a su vida y un largo etcétera», subraya Ruiz.
La plataforma también es un espacio para reivindicar formación en igualdad para las empresas del sector y una mayor presencia de las mujeres en el ámbito de la creatividad y el diseño a nivel académico. Eso implica incluir más nombres de diseñadoras en los planes de estudios y los currículos de las diferentes asignaturas, pero también dando clase. «También pedimos que haya mayor presencia de profesorado femenino. Y en los jurados y en los festivales, que son los lugares en los que se da más visibilidad a los profesionales. Necesitamos que esto se normalice», reclama.
Carlos Madrid te cuenta más sobre FIDO en este reportaje en Yorokobu.
