Ilustración: Carlota Bravo y Silvia Ruiz.

Freelancers: cuando la libertad guía el trabajo del futuro

Poder trabajar con quien quieras, cuando quieras y desde donde quieras son algunas de las principales ventajas esgrimidas por los profesionales que optan por hacerse freelancers. Las administraciones ya trabajan para una mejor regulación de estos perfiles, y algunas ciudades se posicionan como polos de atracción de los nuevos nómadas digitales. ¿Conseguirán las empresas atender a sus demandas y encajar el talento independiente dentro de sus plantillas?


Los cambios demográficos, la digitalización y el deseo de una mayor satisfacción laboral están rediseñando el mercado laboral con un modelo en el que perfiles como los nómadas digitales o los trabajadores independientes –los conocidos freelances– ganan peso entre las plantillas de empresas de todos los tamaños y sectores. Un desafío que entraña beneficios y riesgos para las empresas, los departamentos de recursos humanos y los propios trabajadores por cuenta propia.

En el lado de los beneficios, la cara A de la transformación en la que se encuentra inmerso el mercado laboral. Cuestiones como la conciliación laboral, el bienestar, el derecho al tiempo libre, la flexibilidad y el nuevo liderazgo están, por suerte, cada vez más presente en el debate público y en la toma de decisiones de los profesionales, que demandan libertad y un espacio laboral en el que también quepa el resto de la propia vida.

Con esa nueva realidad sobre la mesa, hace años que entre las páginas de búsqueda de empleo y las propias compañías ha proliferado un perfil cada vez más popular en las ofertas de trabajo: los profesionales independientes o freelances, trabajadores autónomos que ofrecen sus servicios a diferentes empresas, negocios o proyectos sin depender de una sola empresa. Como confirman las cifras de Freelance Forward de Upwork, durante la pandemia se produjo un incremento en los registros de nuevos negocios y el autoempleo, alcanzando su punto más alto en más de una década.

En España, según Statista, el número de trabajadores autónomos se mantuvo por encima de los tres millones de personas durante todo el periodo. Destaca especialmente 2021, cuando se registró la cifra de empleados por cuenta propia más alta desde 2015. En Estados Unidos, según un estudio de DaVinci Payments, se registraron más de 23 millones de trabajadores por cuenta propia en este periodo. Así, el perfil freelance es una tendencia que, a pesar de las dificultades burocráticas que encuentra en ciertos países como España, sigue creciendo.

«La burocracia es la barrera principal de los freelancers en España. Muchos profesionales no se atreven a dar el paso o, una vez lo han dado, se vuelven a trabajar por cuenta ajena porque la cantidad de documentación y tasas a pagar se hacen insostenibles en muchos casos. Sin embargo, a nivel mercado, creemos que España ya está avanzando y muchas empresas subcontratan freelancers de forma más habitual de lo que podría pensarse», explican desde Shakers, una startup que desde 2019 se enfoca en construir un futuro del trabajo con una fórmula basada en que el nexo profesional-empresa sea amigable.  

Para quien da el paso de convertirse en profesional independiente, las plataformas de trabajadores pueden ayudar a facilitar el proceso, sobre todo mediante un uso eficiente de la tecnología. «A través de nuestra plataforma se centralizan las necesidades de ambas partes. A las empresas les da la oportunidad de encontrar una comunidad de profesionales validados en distintas áreas, un proceso mejorado gracias a la Inteligencia Artificial aseguramos el match perfecto; a los profesionales, por otro lado, les da la oportunidad de conectar con proyectos y los acompaña en todo el proceso», aclaran desde Shakers.

Así, en este modelo, es la empresa la que cuelga el proyecto para que los distintos equipos de freelancers puedan aplicar. Además, se habilita un entorno de trabajo colaborativo para que la relación a distancia sea más sencilla, que hoy es uno de los grandes puntos de fricción entre ambos.

Más flexibilidad, más independencia, más talento

Según los estudios realizados por Finance Online, libertad, flexibilidad y pasión son las principales razones que esgrimen los profesionales que optan por el trabajo independiente. En línea con esa visión, coge peso la capacidad para organizar el tiempo propio y decidir en qué proyectos trabajar y en cuáles no.

«Son más conscientes porque eligen sus proyectos y tienen tendencia a involucrarse en iniciativas que sean acordes a sus valores y a su forma de ver la vida y el mundo. En general, el propósito tendrá peso a la hora de seleccionar dónde ponen su energía y sus horas de trabajo», apuntan desde la plataforma. Un estudio de Harvard Business Review destaca, además, que los frelancers son profesionales que tienen más confianza en sí mismos, conocen mejor sus habilidades y también el mundo que les rodea.

Con esas características sobre la mesa, para las empresas, contar con este tipo de profesionales también tiene otras ventajas. Entre otras, ayuda a expandir la fuerza laboral de las empresas en períodos de máxima demanda y reducir costes: con este modelo, es posible contar con un equipo central adecuado a la carga de trabajo habitual que se refuerza con más manos cuando las necesidades crecen. Para Shakers, a nivel corporativo, las búsquedas se centran en agilidad, rapidez y experiencia, y este modelo permite cubrir los tres campos. «Los procesos de contratación de profesionales independientes son mucho más cortos, y como suelen ser expertos en su área, su capacidad de ejecución y visión estratégica inyectan un aire fresco a empresas con dinámicas más lentas y asentadas», opinan.

Además, más allá de lo económico, también les permite acceder a talentos que pueden no estar disponibles para trabajar de forma permanente y que supongan un aire fresco para los empleados de la empresa. «Nosotros creemos en un modelo de trabajo en el que lo importante y el centro de todo será el talento: personas con perfiles y campos de experienciamuy variados que se sumarán a proyectos en diferentes fases para apoyar estrategias y ejecuciones puntuales. Para las empresas, la agilidad será clave para ir por delante. Para los profesionales, será la flexibilidad y el control sobre el balance en su vida laboral y personal», apuntan. Y añaden: «Quienes atiendan a estas nuevas demandas de los trabajadores serán grandes polos de atracción de talento y contarán con los mejores profesionales sin importar, por supuesto, dónde vivan o por dónde se muevan».

Sin embargo, si las ventajas de este modelo están claras, también lo están los riesgos que llevan asociados, especialmente para los propios freelancers. Los más importantes van en paralelo a cuestiones como la inestabilidad económica o su propia salud mental: hacer frente a la ‘soledad’ que supone trabajar en solitario o problemas derivados de la falta de esa conciliación que tanto buscaba son aspectos que tiene que saber gestionar, al igual que sus tiempos, el volumen de trabajo o el grado de autoexigencia.

Trabajar en remoto, un peso en la balanza

El poder trabajar de forma autónoma desde cualquier lugar del mundo es uno de los aspectos más esgrimidos por los profesionales independientes. Así, hace unos años cogió fuerza el perfil de los conocidos como nómadas digitales, esas personas que emplean la tecnología para poder realizar su trabajo en remoto sin mantener una residencia fija. Quienes optan por este modo de vida alegan que viajar sin dejar de desarrollar tu trabajo permite conectar mejor con otras personas de culturas diferentes –no aparcas el deseo de moverte por la necesidad de acudir cada día a la oficina– y, al mismo tiempo acelera los aprendizajes.

Con la pandemia y el impulso del teletrabajo en general, esta modalidad laboral volvió a situarse bajo el foco. En España, de hecho, ya está recogida legalmente: el pasado mes de diciembre, el Congreso aprobó la Ley de Fomento del Ecosistema de Empresas Emergentes –la conocida como Ley de Startups–, en la que se incluye un visado especial de nómadas digitales en España, para profesionales que trabajen para sí mismos o para empresas de cualquier lugar del mundo.

freelancers

Con él, quieren regular esta modalidad laboral y atraer a profesionales para que residan en nuestro país, contribuyendo así a las economías locales. De hecho, diferentes ciudades españolas también han decidido coger esta ola: Málaga, por ejemplo, creó en 2021 la plataforma Málaga WorkBay, con el objetivo de atraer a nómadas digitales de diferentes puntos de Europa. En él, se centralizan los servicios y facilidades para el trabajo en remoto, desde la asesoría en la búsqueda de vivienda a los espacios de coworking. A finales del año pasado, ya había tenido más de 160.000 visitas, y contabilizaba a 50.000 profesionales que se habían interesado en ella como destino para teletrabajar.  

Aunque en España estemos algo rezagados, tal y como mencionan en un estudio de Forbes, la revolución de los freelancers ya ha empezado… y parece que va a quedarse.

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