Probablemente, cuando estés leyendo estas líneas y pienses en los Pirineos, te imagines en medio de la montaña, respirando aire puro y contemplando paisajes majestuosos, disfrutando del frío invernal de la montaña desde un refugio. Hoy te traemos la historia de cómo el arquitecto Josep Bunyesc, uno de los grandes maestros en materia de passivhaus en España, construyó el que probablemente sea el refugio de pastores más bello y eco de nuestro país. Las instantáneas de la fotógrafa Stella Rotger dan fe de ello.
La montaña de Bonabé, en el Parque Natural del Alt Pirineu, es solamente practicable durante los meses de verano, pues lo abrupto del terreno lo hace casi impracticable durante casi todo el año. Es en esa época cuando los pastores llevan a su ganado a los pastos de la zona pero, con los programas de repoblación del oso pardo en los Pirineos, era necesaria una solución para compatibilizar ambos. El proyecto Piroslife pensó que con un pequeño refugio y un redil sería suficiente, pero ¿cómo construirlo allí arriba?
Ahí aparece en juego Bunyesc, especialista en levantar viviendas pasivas, edificios que requieren de la mínima energía para funcionar gracias a una construcción inteligente que puede llegar a ahorrar hasta el 90% de su consumo energético. Con los materiales prefabricados y los propios de la zona, logró levantar el refugio en poco más de una semana. Pero no solo se trata de una cabaña estéticamente inapelable, sino que responde a usos adaptados a la orografía de la montaña y a las necesidades de sus habitantes. «Su forma está determinada por el lugar y por el clima», explica Bunyesc, que detalla además cómo fue proyectada precisamente teniendo en cuenta las nevadas y vientos pirenaicos.
Si quieres saber cómo lo hizo, puedes hacerlo en este reportaje de Enrique Alpañés.