no soy tu gitana

No soy tu gitana: un discurso de esperanza e inclusión

El teatro sirve para remover emociones, pero también para despertar conciencias y poner el foco en temas que no siempre lo tienen. En No soy tu gitana, Silvia Agüero repasa la historia del pueblo y la mujer gitana desde una perspectiva feminista y antirracista.


Si, pongamos que la tarde de un día de junio, dejamos caer nuestros pasos desde Antón Martín hasta Lavapiés, quizás la inercia nos dirija por la Calle Zurita, una de esas empinadas vías de Madrid que le dejan a una el regusto de espejismo costero y parecen terminar en el mar. En el caso de que la suerte nos lleve por esta calle, está casi asegurado que, acto seguido, nuestra mirada –intrépida detective– se interese por el murmullo del público que espera ante la puerta del número 20. Allí, en El Teatro del Barrio, un público dispar pero armónico espera para ver la obra de la tarde, No soy tu gitana. 

El nombre de la pieza –inspirado en el título de la película documental I am not your negro, dirigida por Raoul Peck– no deja mucho a la imaginación, pero la escenografía y la música que nos recibe mientras tomamos asiento en la sala fulmina definitivamente cualquier tipo de duda. Silvia Agüero, intérprete y dramaturga autora del monólogo, nos recibe ataviada con oportuna bata de guatiné, babuchas y moño erguido con pinza de plástico incorporada. El resultado es llamativo a la par que atractivo. Por su parte, el hilo musical nos sorprende con joyas de la Paquera de Jerez, como Maldigo tus ojos verdes, un tango escrito por el poeta gitano Antonio Gallardo o Bella Kali de Las Grecas, pero también con artistas del panorama actual como La Cebolla, reivindicando su autodeterminación con A lo mío

La actriz espera pacientemente mientras el público se amansa colgando prendas en un tendedero, la única ambientación en la sala, pero más que suficiente para acompañarnos a través de su relato durante la siguiente hora y media. Ella, gitana por derecho, tiende y destiende retales de la historia de su pueblo desde un extremo, desde su llegada a la Península a principios del siglo XV, hasta devolvernos a la actualidad en la sala de espera de cualquiera de los hospitales públicos que se despliegan a lo largo de nuestra red sanitaria. 

El teatro, con su innata capacidad para conmover almas, cumple ese objetivo en esta obra. Un relato en el que la protagonista nos guía con su discurso, ligero y casi anecdótico, por los desplantes históricos a la mujer gitana y la lucha contra el heteropatriarcado payo. Los Cuentos Ejemplares de Cervantes, Carmen de Prosper Mérimée, o Nuestra Señora de París, la novela de Víctor Hugo en la que Walt Disney se basó para contar la historia del jorobado Quasimodo y Esmeralda. Literatura, pintura o cine son y han sido distintas vías para reproducir estereotipos antigitanos y machistas y una conclusión: una nueva payitud es posible.

Que historias y realidades como las que cuenta esta obra sean narradas de frente y sin anestesia ante un público mayoritariamente payo aumentan la empatía con el colectivo cercano, y lo acercan a las vivencias históricas de un pueblo injustamente incomprendido y malinterpretado. La obra, además, relata la valentía y la capacidad de empoderamiento de sus mujeres, en las que la resistencia a sus circunstancias forjó una innata capacidad de supervivencia. Una llamada de atención que nos abre los ojos ante un comportamiento discriminatorio sistemático que, institucionalizado durante siglos, aún sigue presente en el imaginario colectivo.

No soy tu gitana se aleja del ruido de los estereotipos y prejuicios tanto como del silencio histórico, nos saca del letargo de la ignorancia y, aun asumiendo la imposibilidad de colocarnos por completo en su lugar, emprende una función divulgativa y pedagógica para quienes están dispuestos a escuchar. La comprensión del otro se convierte en el principal valor que inspira este monólogo, un buen punto de partida desde donde abrir camino en la sociedad para que el pueblo gitano viva en libertad e igualdad. 

Si estás en Madrid, puedes ver No soy tu gitana hasta el 4 de septiembre dentro de la programación de Teatro del Barrio. Más de una hora y media de historia, risas, cambios de vestuario, cante, baile y alguna que otra maldición, con una interpretación resplandeciente y tan natural que consigue ensimismar al público al completo. 


Ficha técnica

Intérprete: Silvia Agüero

Dramaturgia: Silvia Agüero y Nüll García

Dirección: Nüll García

Trabajo actoral: Pamela Palenciano

Una producción de Teatro del Barrio. Puedes ver más información en su web.

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