Ocho libros para regalar estas fiestas

Los Reyes Magos y Papá Noel son grandes aficionados a la lectura, por eso los libros son muy habituales bajo el árbol en estos días. Si te gusta el ensayo y la no ficción, el profesor Juan Ignacio Pérez Iglesias te deja sus recomendaciones para aprender sobre ciencia… y mucho más.


No le veo más que ventajas a regalar libros. Como ya dije el año pasado por estas mismas fechas, con suerte serán leídos y, en el peor de los casos, ayudarán a mantener un sector esencial para la vida.

Al comprar libros las editoriales los siguen publicando. Y, sobre todo, ayudamos a que perduren las librerías en las calles de nuestras ciudades. Las librerías son como los parques: llenan de vida la ciudad.

Mis recomendaciones para regalar esta Navidad abarcan temas variados, pero todas son de libros divulgativos, ensayos u otros géneros de eso que en inglés llaman no-ficción. Como ya advertí el año pasado, esta lista no aspira a reunir lo mejor que se ha publicado. Cada uno tiene su gusto y su criterio. Además, por bueno que sea, no se puede leer todo lo que se publica. Tengo muchos amigos y amigas que escriben y solo con sus libros necesitaría dos vidas para leerlos. Por ello, y salvo excepciones, tengo por norma no leer más de uno de los suyos; así pues, muy a mi pesar, algunos libros excelentes no están aquí.


Todo lo que queda. Lo que la ciencia forense nos enseña sobre la naturaleza humana (Paidós, 2023), de la antropóloga forense escocesa Sue Black, es un libro tan interesante como conmovedor. Antes de leerlo puede pensarse que es una obra de divulgación científica. No lo es. Es, sobre todo, una reflexión acerca de la muerte, de la forma en que transitamos a ella desde la vida y de las circunstancias bajo las que sobreviene. La mayor parte de las historias que cuenta la autora tiene que ver con hechos delictivos o muertes sospechosas. En todas introduce alguna pincelada científica, describe el procedimiento que han de seguir para identificar un cadáver o hallar a un criminal.

Pero sobre todo, reflexiona, como he dicho, sobre la vida y la muerte. Y sobre la naturaleza humana. Muchas de estas historias son impactantes, como las que transcurren en Kosovo, donde la autora ayudó a identificar los restos de personas que habían sido víctimas de crímenes por parte de milicianos serbios. Durante la lectura, pensé que al llegar a los relatos de esas historias terribles estaría tentado de no leerlas, pero no fue así. El mérito es de la autora, porque consigue, entreverando el relato de los hechos con grandes dosis de compasión por las víctimas y sentido del humor, aliviar el pesar que, de otra forma, me hubiese provocado la lectura.


Hace tiempo que me preocupa la situación que han de afrontar los jóvenes de las generaciones que siguen a la nuestra, a la de los babyboomers. Llevo años pensando que les hemos dejado un futuro más difícil del que pudimos disfrutar nosotros. Por eso, La juventud atracada. Cómo un electorado envejecido cercena el futuro de los jóvenes (Península, 2023), de José Ignacio Conde-Ruiz y Carlotta Conde Gasca, atrajo mi atención en el momento en que lo vi. A lo largo de sus páginas, los autores aportan datos y esgrimen razones que, por un lado, describen la situación en que se encuentran los jóvenes y, por el otro, explican cómo se ha llegado a ella.

La tesis central de la obra es que la demografía política beneficia a los mayores en perjuicio de los jóvenes, porque nosotros tenemos mucho más poder político que ellos. De ahí se deriva que la proporción de recursos públicos destinados exclusiva (pensiones) o preferentemente (sanidad) a los mayores no ha dejado de subir mientras que la de aquellas de las que se benefician más los jóvenes (educación, medio ambiente, I+D) retrocede. Además, una parte de los recursos que gasta el sector público son prestados, lo que obligará a esos mismos jóvenes a hacerse cargo en su día del pago de la deuda. Me gustaría que este libro sirviera para que tomemos conciencia y se corrija un rumbo muy preocupante para el futuro.


Había del verbo a ver. Diario del instituto (Pepitas ed., 2023), de Ánjel María Fernández, es un libro diferente. Si usted o alguien muy próximo es docente de enseñanza secundaria, el contenido de este diario quizás no le revele nada que no conozca ya. Si, por el contrario, no tiene noticia directa o indirecta de las vicisitudes por las que atraviesan muchos docentes de secundaria, al menos en un buen número de centros, lo que lea no le dejará frío.

En las páginas de este libro no encontrarán divulgación de conocimiento al uso, ni un ensayo o algo semejante. Tampoco es una obra de ficción. Podría decirse que es un documento. Ahí radica su interés y, en cierto modo, su gracia (por valorar de alguna forma las situaciones mitad dramáticas mitad cómicas con las que se encontrarán quienes lo lean). En el libro hay conflictos, discusiones –a veces violentas–, bromas –algunas muy pesadas–, sanciones disciplinarias y variadas situaciones estrambóticas. Pero, por encima de todo, hay dedicación, más allá de lo que exige un correcto desempeño profesional, a una tarea esencial para la sociedad en su conjunto y para todos y cada uno de nosotros y, sin embargo, insuficientemente reconocida.


Las emociones son las protagonistas de Neuronas para la emoción. Cómo la neurociencia comienza a descifrar los circuitos de tus emociones (Shackleton Books, 2023), de Xurxo Mariño. Las emociones cumplen funciones esenciales y son resultado de millones de años de evolución. En gran medida son innatas, automáticas y a menudo inconscientes. Facilitan la toma de decisiones y nos ayudan a comunicarnos con los demás, porque mediante sus expresiones transmitimos estados mentales. El autor presenta las emociones básicas, explica en qué consisten y muestra sus características más importantes, incluyendo lo que se sabe hoy acerca de los circuitos neuronales y áreas del encéfalo que las procesan.

Algunas las presenta de forma pormenorizada, como la de búsqueda y anticipación, una especie de sistema afectivo que está detrás de los demás y que crea la necesidad de involucrarse activamente en el mundo, esa motivación que pone en marcha el resto de emociones y que promueve la curiosidad y el aprendizaje. Se ocupa también del deseo sexual, una emoción primordial y equivalente, en cierto modo, al hambre o la sed, debido a su enorme importancia biológica. Otras emociones básicas incluidas en el recorrido del autor son la tristeza, el miedo, la alegría y la ira. Concluye con dos asuntos especiales, las emociones en la adolescencia y la relación entre música y emociones. En conjunto, esta obra contiene un interesantísimo cuerpo de conocimiento actualizado en un campo que crece a toda velocidad.


Hay un apotegma vasco que reza así: izena duenak, izana du. Literalmente, «lo que tiene nombre, tiene ser» o, lo que es lo mismo, «lo que tiene nombre, existe». En cierto modo, resulta más expresivo en forma negativa: lo que carece de nombre, no existe. El proverbio vasco refleja fielmente una de las ideas que inspiran el Diccionario del asombro. Una historia de la ciencia a través de las palabras (Crítica, 2023), de Antonio Martínez Ron. El avance del conocimiento científico produce nuevos conceptos. Pero los conceptos no cristalizan, no se pueden compartir, difundir, ni utilizar, si no se nombran. De hecho, en muchas ocasiones ni tan siquiera existen en tanto no se les da un nombre: izena duenak, izana du. Martínez Ron escoge un término por cada letra del alfabeto y, a la vez que introduce el marco conceptual al que corresponde la palabra, hace un breve recorrido, a medias entre temporal y etimológico, por las nociones y términos emparentados con el que da título al capítulo. Construye así una historia de la ciencia atípica, una en la que a la dimensión cronológica se une otra terminológica que redunda en un conocimiento más profundo de las nociones y de la secuencia de hallazgos que jalonaron el desarrollo del campo del saber en que se enmarcan. La etimología es una fecunda fuente de saber, también en ciencia.


Ciencia idiota. Respuestas científicas a preguntas rematadamente absurdas (Next Door, 2023), de Pablo Palazón, muestra el lado más gamberro del mundo de la ciencia. Muy probablemente ya conozca los Ig Nobel, esos premios que concede la revista de humor científico Annals of Improbable Research (AIR) y cuyo acto de entrega se realiza en el Sanders Theatre de la Universidad de Harvard. Reconocen investigaciones en apariencia absurdas, pero que «primero hacen reír y luego hacen pensar». El autor recoge cuarenta de esas investigaciones y, en efecto, unas más y otras menos, «hacen reír». El mérito del libro es que el autor presenta las investigaciones en un contexto más amplio que el de los experimentos o estudios por los que fueron premiadas y, de esa forma, facilita así que se cumpla la segunda parte del aserto anterior («luego hacen pensar»).

Ciencia idiota permite, a la persona lega en esta materia, acercarse de una forma amable y, en casi todos los casos, divertida, a la investigación científica. A quienes se dediquen a la ciencia profesionalmente también les ayudará a ser más conscientes de las debilidades y fortalezas de su propia actividad. A modo de sugerencia, este libro puede, sin abusar del recurso, aportar materiales útiles a las y los docentes de ciencia en secundaria. Aunque puedan parecer absurdas las preguntas a que responde, la ciencia que cuenta el doctor Palazón no es precisamente idiota.


A lo largo de las páginas de Comunismo originario y lucha de clases en la Iberia prehistórica. Arqueología social del Neolítico, Calcolítico y Bronce Antiguo (Sabotabby Press, 2022), de Rodrigo Villalobos García, uno tiene la impresión de estar ante un (breve y muy bien escrito) tratado de arqueología de la Prehistoria reciente. Su autor indaga acerca de los orígenes de las desigualdades y de las relaciones de dominación. Durante buena parte del texto ofrece el marco teórico de la disciplina y una serie de nociones de carácter general. Describe también de forma somera las escuelas de pensamiento que, durante los últimos dos siglos, aproximadamente, han interpretado ese periodo de la Prehistoria, en especial la de Occidente. Y solo en su último capítulo, cuyo título es el del libro, se presentan y discuten los hallazgos arqueológicos más relevantes y lo que de ellos cabe inferir sobre las relaciones de poder entre hombres y mujeres, entre clases sociales y entre grupos humanos, en la península ibérica durante la Prehistoria reciente.

Finaliza el autor remarcando la idea de que no hay trayectorias históricas prefijadas, y que, dado que en el pasado el futuro estuvo abierto, igualmente abierto lo está en la actualidad. En otras palabras, las sociedades no están condenadas a transitar por cauces preestablecidos. El autor deja clara su posición ideológica –lo que es de agradecer– sin que esa posición sesgue el contenido de un texto que me ha parecido muy interesante.


En Magníficos rebeldes. Los primeros románticos y la invención del yo (Taurus, 2022), Andrea Wulf describe el surgimiento del movimiento romántico en la ciudad de Jena (Sajonia-Weimar, Alemania), en los años anteriores y posteriores al tránsito del siglo XVIII al XIX. Un conjunto de literatos y filósofos coincidieron en esa ciudad bajo el padrinazgo intelectual de Goethe, considerado entonces –-y creo que ahora también-– el escritor alemán más influyente de la historia. Aunque el Romanticismo tenía antecedentes –-Herder, por su reivindicación de la cultura y lenguas locales, y Rousseau, por su distanciamiento de los valores de la Ilustración y su visión idílica del pasado (resumiendo demasiado, quizás)-– no fue hasta finales de siglo XVIII, al calor de la Revolución Francesa y de sus consecuencias, cuando se formularon las ideas que la definieron.

El círculo de Jena creó la noción moderna del yo y del libre albedrío. Además, otorgó importancia especial a la relación del ser humano con la naturaleza y, en contra de lo que se suele afirmar, también a la ciencia. Aunque su visión de esta –-formulada como filosofía de la naturaleza o Naturphilosophie-– era diferente de la que había prevalecido hasta entonces. El arte constituía, para ellos, el nexo de unión de la persona (el yo) con la naturaleza. Es este un texto rico en datos y reflexiones. Es lo mejor que he leído este año.


Nota final: aquí aparecen o aparecerán publicadas reseñas más extensas de los libros recomendados (y de otros).


Juan Ignacio Pérez Iglesias, Presidente del Comité Asesor de The Conversation España. Catedrático de Fisiología, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea. Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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