La iniciativa A las olvidadas, creada por teta&teta y apoyada por la Fundación Gabeiras, Fundación Carasso y Ministerio de Cultura, ha logrado repartir más de siete mil libros a las mujeres que se encuentran en las cárceles españolas. Si quieres enviar el tuyo para seguir sumando y compartiendo cultura, puedes hacerlo durante este mes de octubre.
A veces, solo es cuestión de hacerse la pregunta adecuada para que todo suceda. En este caso, la pregunta que lo desencadenó todo fue la que abre este post: qué libro le regalarías a una mujer que está en la cárcel. La respuesta fue A las olvidadas, una iniciativa que ha logrado llevar más de siete mil libros a las reclusas de diferentes puntos de España.
Se trata de un proyecto sin ánimo de lucro y autofinanciado puesto en marcha teta & teta –una marca activista sin ánimo de lucro que nació para reivindicar la libertad de las mujeres y que reinvierte los beneficios de su tienda en causas sociales– y apoyado por la Fundación Gabeiras, la Fundación Carasso y el Ministerio de Cultura. La iniciativa, que se define como «feminista, cultural, solidaria, poética y sobre todo transformadora» dentro y fuera de las prisiones, busca recordar a las mujeres reclusas, a menudo olvidadas e invisibilizadas dentro de un sistema penitenciario mayoritariamente ocupado y pensado para hombres.
Según los datos recogidos por ACOPE (Asociación de Colaboradores con las mujeres Presas), casi el 93% de la población reclusa en España es masculina. Eso hace que apenas existan prisiones de mujeres –solo 4 de las 69 que existen en España lo son– y que la situación de los módulos femeninos dentro de las prisiones masculinas sea extremadamente vulnerable. El perfil dibuja a mujeres que a menudo han sufrido violencia machista –un 89% de ellas, calcula un estudio del Instituto de la Mujer e Instituciones Penitenciarias– y con habituales problemas relacionados con situaciones de estrés postraumático, depresión, adicciones o agresividad.
Además, la inmensa mayoría se encuentra en periodo reproductivo, tienen entre 21 y 40 años, y ocho de cada diez son madres. «Dicen que, ante un mismo delito, a una mujer se le juzga más duramente que a un hombre y tiene todo el sentido. Al final las prisiones son un reflejo de la sociedad y a las mujeres en general se nos juzga mucho más. Las mujeres pagan también por haber roto su papel de mujer en la sociedad, por haber fallado a su familia y abandonado sus obligaciones como madres. Es decir, cumplen la condena judicial, la social y la personal», explican desde la plataforma.
Para intentar aliviar la situación que las presas viven dentro de las cárceles, desde teta&teta en 2018 lanzaron A las olvidadas con el objetivo de recopilar libros que las ayudaran a evadirse y le transmitieran calor y compañía. La condición sine qua non era que los libros estuviesen dedicados personalmente y que esas dedicatorias no se limitasen a un «espero que te guste». «Las dedicatorias son la esencia de la iniciativa, el abrazo, el creo en ti, el te espero fuera, la demostración de que alguien ha pensado en ellas. Nos crea un vínculo con ellas y en el vínculo, está la fuerza. La cárcel deshumaniza mucho y las dedicatorias de alguna manera devuelven algo de esa humanidad. Si aquí fuera ayudan a reflexionar, allí dentro reconfortan», afirman en su web.
Entonces, reconocen que no esperaban una respuesta tan abrumadora: en solo cuatro semanas, lograron recoger 680 libros dedicados y los llevaron a la prisión de Soto del Real. Tampoco esperaban el recorrido que el proyecto ha tenido desde entonces: ya han logrado llevar más de siete mil libros a siete cárceles de nuestro país, y el proyecto además se está replicando en diferentes prisiones de México, Francia o Colombia. «El objetivo es llevar libros dedicados a todas las cárceles y módulos de mujeres de España que podamos. Un poco como hizo Lorca con La Barraca pero en vez de llevar teatro a los pueblos, queremos llevar libros dedicados por la gente a las mujeres privadas de libertad», cuentan.
¿Quieres participar? Envía tu libro durante el mes de octubre
Para seguir sumando, acaba de abrirse una nueva edición de A las olvidadas, en la que recogerán libros durante todo este mes de octubre. Pueden estar en cualquier idioma, ser de cualquier género, forma y tamaño. Eso sí, tienen que estar en buen estado –ni rotos, ni manchados– y tener una dedicatoria personal para la persona que lo reciba.
Los libros pueden enviarse a la atención de Teta y teta –C/Mayor 4, 1-7, 28013, Madrid–. Como aclaran en su web, si vives en Madrid, también puedes acercarte presencialmente y dejarlos en portería, pero es importante seguir el proceso para documentar todos los libros, sus portadas y dedicatorias para añadirlos y registrarlos en la base de datos. El resultado de ese trabajo impresionante puede verse en su cuenta de Instagram.
Para quien quiera saber más sobre el destino de todos esos volúmenes, en su página web cuentan historias como el concierto-recital que organizaron en el auditorio del Centro Lorca de Granada con Soleá Morente y Ajo Micropoetisa, con entrada libro hasta completar el aforo –llevar un ejemplar era la única condición para entrar– y que se tradujo en casi 1.500 ejemplares para las reclusas de la prisión de Albolote. Allí también se puede leer la crónica de @molaria_ sobre cómo consiguieron llevar una cantidad similar a las tres prisiones del Levante, o escuchar de viva voz los testimonios y opiniones de algunas de las beneficiarias de los 850 libros que llegaron a la prisión de Estremera, o leer la carta de una de las reclusas olvidadas que leyó alguno de los 680 libros que llegaron a Soto del Real.
No hay límite de participaciones ni el envío tiene por qué ser certificado. Tampoco hay otras consideraciones estilísticas o temáticas a la hora de regalar –no donar– un libro. Simplemente la voluntad de compartir un trozo de literatura y un abrazo personal en la dedicatoria para demostrar que, con palabras y cultura, puede combatirse el olvido.