En el mundo del arte, hay quienes prefieren afrontar la convulsa actualidad desde la ironía y, otros, desde la protesta, pero siempre desde la posición que otorga para crear una conciencia crítica. Hablamos con Mr. Bingo y Samar Maakaroun, dos artistas internacionales que participarán en OFFF Barcelona 2025, el mayor encuentro de creativos contemporáneos, sobre el poder de la creatividad para entender el caos.
El primero en recibir la carta fue Jonathan Hopkins, un completo desconocido de Forest Hill, en Estados Unidos. «Que te jodan, Jonathan, a ti y a tus piernas de mierda». Eso era todo lo que se podía leer sobre la postal a la que acompañaba un dibujo bastante ofensivo. Lejos de enfadarse, lo más probable es que Jonathan lo disfrutara: fue él mismo el que respondió al tweet donde el artista Mr. Bingo prometía enviar una carta con un mensaje ofensivo al primero que le diera un like.
Él y 50 personas más deseaban, como el artista explica sobre su proyecto Hate Mail, ser verbal y visualmente atacados vía correo postal. «Lancé la campaña y un montón de extraños empezaron a pagarme para decirles que se fueran a la mierda: se hizo tan popular que tuve que parar porque no podía responder a tanta demanda», relata.
El de Mr. Bingo es uno de esos ejemplos sobre cómo el arte contemporáneo puede generar cientos de reacciones en el ser humano, algunas de ellas muy contradictorias. ¿Quién en su sano juicio aceptaría que un desconocido se burlara de él a cambio de cierto precio? Solo puede ocurrir cuando detrás de ello está el arte y, sobre todo, el humor. Entonces, todo toma un cariz distinto.
«Si lo piensas, en este mundo hay pocas cosas que tengan sentido. Así que, ¿por qué nos lo vamos a tomar tan en serio? El humor es la única manera de navegar lo absurdo de la vida», afirma el artista londinense en una conversación previa a su participación en el OFFF Barcelona 2025, el mayor encuentro de creativos contemporáneos donde los mejores talentos de todo el mundo se reúnen para compartir sus procesos creativos y explorar el futuro de la industria a nivel global. «El humor siempre ha sido una buena herramienta para subrayar los temas más serios: simplemente tienes que saber cómo tomarte bien los chistes».
Mr. Bingo ha construido su marca precisamente en torno a la estupidez y el humor ácido. Y le ha funcionado. Incluso ha generado de manera inevitable cierta polémica en algunas ocasiones, lo que también forma parte parte del arte más disruptor. Sin ir más lejos, en 2020, durante la pandemia, publicó una lámina en la que podía leerse F***k NHS («Que te jodan, NHS»), lo que parecía una crítica al sistema sanitario inglés y que, sin embargo, no tenía otro objetivo que generar cierta comedia haciendo lo contrario a lo que todo el mundo estaba acostumbrado en ese momento: aplaudir a los sanitarios por su trabajo en la lucha contra el coronavirus.
«El mundo tiene poco sentido así que, ¿por qué nos lo vamos a tomar tan en serio?»
Curiosamente, aunque muchos se ofendieron, los propios trabajadores de la NHS se lo tomaron como una sátira del inmenso sacrificio que estaban haciendo y el sufrimiento que esto traía consigo (turnos interminables y sueldos insuficientes, por ejemplo). Y se rieron con ello. «Con el tiempo he descubierto que lo que me llena no es dibujar, sino usarlo como vehículo para expresar mis ideas», explica.
La expresión artística informa, sensibiliza y sirve para comunicar y educar. Debe hacerlo como parte del cambio. Así lo ve también Samar Maakaroun, diseñadora y directora creativa conocida por su enfoque plurilingüe del diseño que también acudirá a OFFF Barcelona 2025. Para ella, el arte de crear se mueve en lo consciente, en la intención de hacerlo mejor.
«Lo cierto es que somos catastróficos como especie, tanto en la manera en la que tratamos al planeta y nos tratamos entre nosotros», confiesa. «El diseño no es capaz de cambiar el mundo, pero puede negarse a mirar hacia otro lado. Puede poner nombre a las contradicciones y diseñar a pesar de ellas (a veces, incluso en contra de ellas)».
Habiendo crecido en Beirut durante la guerra civil antes de mudarse a Londres, la experiencia de vivir entre dos geografías completamente distintas ha llevado a esta diseñadora -que está detrás del lanzamiento de Apple en el mundo árabe- a cuestionar las narrativas que dominan el mundo creativo y que, generalmente, tienden a abordarse desde una perspectiva occidental.
Y es que, desde su punto de vista, si el diseño aspira a explicar cómo es nuestro mundo de la forma más clara posible, entonces tiene que hacerlo desde la perspectiva múltiple, demostrando que la cultura es dinámica y cambiante y que es posible reescribir historias silenciadas.
«Estoy convencido de que la interacción cara a cara es fundamental en estos tiempos que corren»
«La dualidad de mi vida me enseñó a desconfiar de los relatos únicos: lo que en un lugar se da por hecho, en otro se cuestiona o ni siquiera aplica. Diseñar, para mí, es dialogar con esa complejidad», añade Maakaroun y lo ejemplifica hablando de sus estudios. «En cierto sentido, para mí el ir y venir de mi cultura siempre estuvo presente: fue solo gracias a algunos profesores que abrí los ojos hacia mi cultura local y conocí referencias como Leila Musfy, Samir Sayegh o Jamal Abed -y podría enumerar muchos más-. Aprendí a mezclar, a tomar de todas partes, sin pedir permiso, y a crear lo mío. Y fue entonces cuando me di cuenta de que estaba operando desde la intersección»
Esa sensibilidad ante los matices cobra especial relevancia ante un panorama donde la inteligencia artificial gana cada vez más protagonismo en la producción creativa, un asunto que también se abordará en el festival de creativos en la ciudad condal. En este sentido, la IA mal utilizada puede ser profundamente dañina para la propiedad intelectual y la creatividad inherente al ser humano. Bien utilizada, puede ser una gran aliada, siempre siendo conscientes de sus límites.
«El diseño es crear a pesar de las contradicciones humanas, hacerlo con conciencia incluso cuando no sea suficiente»
«Es muy útil para arrancar con proyectos, especialmente cuando buscamos experimentar o probar cosas rápido. También para generar mockups. Pero como gran parte de mi trabajo trata sobre dos narrativas distintas, es ahí donde veo que necesitamos una IA muy diferente, que lea las contradicciones y reconozca los estereotipos», añade la diseñadora. En otras palabras, nunca sustituirá la experiencia de empaparse del entorno, fundamental para crear desde lo innvodaro y no desde lo que ya está pensado.
«Estoy convencido de que la interacción cara a cara es fundamental en estos tiempos que corren», reflexiona Mr. Bingo, quien ha abierto recientemente un nuevo estudio que es a la vez tienda y lugar de encuentro. Todos los viernes la abre al público para pasar un rato charlando, pero también imparte sus propias charlas, celebra eventos e invita a otros artistas a crear en vivo, rodeados de otras personas. «Trabajar en esto puede sentirse a veces bastante solitario y disfruto mucho conociendo a la gente que aprecia lo que hago porque también me ayuda a aprender qué gusta y qué no. Es una retroalimentación maravillosa».
«Sinceramente no creo que la IA consiga nunca pensar como nosotros. Puede trabajar para nosotros, incluso transformar nuestra forma de pensar (y eso es peligroso). Pero jamás va a reemplazar a la creatividad humana», concluye Maakaroun. «Porque el diseño es precisamente crear a pesar de las contradicciones humanas y es ahí donde reside todo su poder para motivar un cambio. Es elegir diseñar con conciencia, como si importara, incluso en los momentos en los que sepamos que no será suficiente».
