Digan lo que digan las películas, el amor no siempre es una fiesta, sino un trabajo cotidiano para construir un proyecto común. Marwán y Rozalén conducen Terapia de parejas, un documental dirigido por Gaizka Urresti que llega a la gran pantalla el Día de San Valentín y recoge la primera investigación científica en castellano sobre la Terapia Focalizada en las Emociones, una disciplina que mejora las relaciones de pareja y la salud mental de sus miembros, especialmente de las mujeres.
«Jamás nos lo explicaron de pequeños / Que a veces el amor es una insensatez / Que a veces se convierte en nuestro dueño / Y ejerce de tirano una y otra vez / Ya sé que por momentos todo encaja / Como un guante perfecto y todo huele bien / Pero a menudo viene con rebajas / Y te tira en el arcén». Con esos versos comienza la canción que Marwán ha compuesto para el documental Terapia de parejas. Su título es capaz de condensar en unas pocas palabras lo que espera tras el play: pensábamos que el amor era solo una fiesta.
Este proyecto cinematográfico, dirigido por Gaizka Urresti –ganador de dos premios Goya por el documental Labordeta, un hombre sin más y el cortometraje Abstenerse Agencias– y conducido por los cantautores Marwán y Rozalén aborda la gran pregunta universal: qué es el amor. Lo hace desde una perspectiva científica y psicológica novedosa en la que, durante seis meses, cinco parejas reales reciben sesiones de Terapia Focalizada en las Emociones (TFE), un tipo de intervención que hasta ahora apenas había llegado a España.
«Es la primera investigación científica en castellano que se realiza en este tipo de intervención, que hasta ahora solamente se había realizado en inglés. Profesionales de cinco nacionalidades distintas hemos replicado los modelos estadounidenses para comprobar si funcionaban igual en la cultura y lengua castellana, y hemos concluido que no existen diferencias significativas: es igual de efectivo en culturas hispanas, mediterráneas y anglosajonas», explica Elisa Múgica, psicóloga, guionista y productora del documental.
Por dar contexto a este hallazgo, hace aproximadamente un cuarto de siglo, la psicóloga Sue Johnson desarrolló en Estados Unidos la Terapia Focalizada en las Emociones (TFE), una técnica que se centra en verbalizar y expresar los sentimientos más profundos para intentar romper el ciclo negativo de discusiones inútiles en el contexto de la pareja. Este modelo de intervención, basada en los principios de la conocida teoría del apego, busca construir vínculos seguros en las relaciones y parece que lo consigue: según los especialistas del campo, tiene un porcentaje de éxito que oscila entre el 70 y el 75%.
La producción, que llega a las salas el 14 de febrero, también registra el primer ensayo clínico aleatorizado en países de habla hispana que se ha hecho con terapeutas y parejas de México, Argentina, Costa Rica, Guatemala y España. Esta investigación, liderada por la Universidad de Navarra, en colaboración con la Brigham Young University (BYU) de Estados Unidos, ratifica una mejora de las relaciones de pareja con beneficios reseñables en materia de salud mental de sus miembros, sobre todo en el caso de las mujeres. «Mejora la capacidad de vinculación emocional de la pareja hacia un apego más sano y seguro. En el caso de los hombres, dejan a un lado esa parte dubitativa o evitativa y empiezan a abrirse emocionalmente, algo que normalmente las mujeres demandan de ellos, pero no saben cómo realizar», subraya Múgica.
Una mirada psicológica y musical al amor
Además de aportar esa mirada psicológica, el documental está conducido narrativamente por Rozalén y Marwán, que reflexionan acerca del papel del amor y la pareja, temas habituales en sus letras y que ahora llevan a un nuevo estadio. «En sus canciones transmiten un tipo de amor sano que es el que queremos construir. Ellos cantan que el amor no son celos, ni posesión ni sumisión, sino libertad, comunicación, ternura y vulnerabilidad», incide la experta. «Desde luego, no nos imaginábamos a cantantes de trap o reguetón», añade Urresti.
Rozalén –que, además de cantante, es psicóloga de formación– cuenta cómo la experiencia le ha permitido reafirmarse en que la terapia y el autoconocimiento «son herramientas necesarias para mejorar tu vida». «Es muy interesante ver cómo viven el amor diferentes tipos de parejas y que todas esas formas son válidas: hay algunas que ni siquiera se plantean el romper porque piensan que el matrimonio dura toda la vida; hay otra que termina su relación y no pasa nada», explica.
«A menudo la terapia es lo que hace que una pareja sea sostenible: sirve para dejar que entre el aire fresco»
Marwán
Una visión que también comparte Marwán, encargado además de componer la canción central del documental. «Todas las relaciones tienen desencuentros, dudas, decepciones, inseguridades… Aquí ves a parejas que las afrontan y las superan juntos. Eso es lo más bonito de la terapia: el momento en que alguien aparta su ego y permite que el otro pueda expresarse», explica. De hecho, el cantautor defiende con firmeza el poder de este tipo de intervenciones en las relaciones afectivas: «Creo que a menudo la terapia es lo que hace que una pareja sea sostenible, porque sirve para limpiar el ambiente y dejar que entre el aire fresco».
Aunque haya cambiado su manera de tratarlo –«ahora nos chirrían canciones que escuchábamos de críos, algunas serían muy polémicas si se hiciesen ahora», reconoce Rozalén–, el amor es omnipresente en su obra. Al fin y al cabo, es el tema universal. «Te abre a un mundo en el que puedes ganar o perder todo: te puede dar el mayor regalo o puedes pagar el precio más salvaje de tu vida, que es abrir tu corazón, volverte vulnerable y que te lo rompan», añade Marwán.
Ambos coinciden en destacar de este proyecto precisamente en que no se centra en la fase de enamoramiento, quizá la perspectiva más habitual, sino en el trabajo que supone la construcción de la pareja. «El amor es un misterio y algo que cambia constantemente. No eres el mismo cuando estás enamorando que el que eres cuando llevas treinta años de relación con alguien. A veces no funciona por mucho que lo intentes, te caes, te levantas, la relación se reformula… Es un viaje que supone soltar la individualidad y armar un proyecto común, que es uno de los grandes aprendizajes de la vida contigo mismo y con el resto», opina el cantautor.
El poder sanador del arte
En sus diferentes trayectorias profesionales, tanto Marwán como Rozalén se han mostrado especialmente comprometidos con una visión social de la música. «El arte es indispensable para lanzar mensajes y las canciones en sí mismas son terapéuticas. Pueden ayudar a concienciar de que no pasa nada por pedir ayuda, de que no es necesario llegar al límite», apunta Rozalén.
Ella cuenta su experiencia en particular con Agárrate a la vida, la canción que compuso para visibilizar un tabú como el suicidio. «En la carrera renegaba un poco de ello, pero me encantó ponerme cara a cara con el problema y hablarlo. Cuando estábamos componiéndola, la psicóloga del teléfono de la esperanza decía que lo que no se habla no puede tratarse, así que sin visibilidad no hay prevención. En los tiempos en los que estamos viviendo es normal que haya gente que no encuentre su lugar. Nos estamos desenfocando de lo verdaderamente valioso de la vida, y por eso es necesario que haya canciones que digan cosas. Por supuesto que necesitamos bailar y perrear, pero está bien ser profundo y hablar de los temas que nos preocupan», sostiene.
El visibilizar que el amor no es ideal y que la terapia es una herramienta para mejorar las relaciones de pareja es una de esas cuestiones profundas en las que hablar –y cantar– puede ayudar mucho. «Muchas veces la gente cree que todas las relaciones son vacías o efímeras, pero yo creo que hay amores de todo tipo. Es cierto que la sociedad parece empujarnos a un modelo muy consumista en todas las áreas de nuestra vida, con ese amor líquido que decía Bauman. Puede que las relaciones antes fueran más sólidas y ahora duren menos, o se muevan, pero también creo que ahora tenemos más consciencia de la necesidad de tener amores más sanos, menos tóxicos, construidos mano a mano con la otra persona», opina Marwán.
«Por supuesto que necesitamos bailar y perrear, pero está bien ser profundo y hablar de los temas que nos preocupan»
Rozalén
Ambos se muestran activistas en dar visibilidad a cuestiones como la violencia de género, la salud mental o la situación que se vive en Palestina. De hecho él, hijo de un refugiado palestino, presentó hace unos días su Nana urgente para Palestina, una canción lanzada en beneficio de Unrwa. «Es necesario dar a conocer lo que está sucediendo con los palestinos sin intereses políticos ni mediáticos. Es una injusticia histórica que no se puede borrar si no se sigue la legislación internacional y se les da una tierra en la que puedan vivir en paz», reclama.
Un experimento psicológico (y cinematográfico)
Desde un punto de vista creativo, el documental incluye, además de la investigación psicológica, escenas de otras películas de Gaizka Urresti en las que también se trataban las relaciones de parejas. «Qué es el amor es la gran pregunta que se hace el ser humano desde la adolescencia, pero es muy interesante ver cómo intenta responder a ella tanto la psicología como el arte», explica Urresti. Y añade: «Lo más complicado fue resumir 70 horas de terapia real y darle una estructura dramática que funcionase, fuese coherente y rigurosa pero también divertida. Siempre es un reto grabar lo que sucede, sin guion, y centrar la narrativa en la sala de montaje».
Al igual que Marwán y Rozalén, los responsables de la parte cinematográfica coinciden en señalar no el momento efímero del enamoramiento, sino del trabajo que necesita mantener una relación. «Creo que la fortaleza del documental es precisamente la manera de tratar el amor. Es una oportunidad de mostrar que no existen las parejas perfectas, que todas presentan problemas reales y normales. Cualquiera puede sentirse identificado porque las relaciones son un espejo de nuestras propias experiencias afectivas», subraya Múgica.
«La buena prevención en salud mental es la que te da herramientas para disfrutar del amor y la vida que tenemos»
Elisa Múgica
Como psicóloga, considera que puede ser una herramienta útil para sus colegas, especialmente para aquellos más escépticos en cuestiones de apego. Aunque, como insiste, es una forma original de visibilizar el poder de la terapia para mejorar la vida de las personas. «La terapia es como ir al médico: puedes ir para prevenir el dolor y no solo para sanarlo. No es el último recurso cuando ya estás fatal, sino todo lo contrario. Si tienes recursos y los utilizas bien, al principio de las dificultades, puedes ahorrarte llegar a momentos complicados. Como a menudo nos han negado las emociones, son lecciones que tenemos que aprender de adultos. Al final, se trata de quitar el estigma de que alguien que tiene miedo o inseguridades es más débil», apunta.
«Podemos hablar de la terapia de manera divertida. Las parejas del documental van avanzando, se ríen, afrontan sus dificultades… Producciones como la nuestra combinan el rigor científico con una labor pedagógica para visibilizar que es posible sanar el dolor y prevenir el conflicto. Al final, la buena prevención en salud mental es la que te da herramientas para mantenerte sano y feliz y disfrutar del amor y la vida que tenemos», concluye la experta.