«Queremos y podemos seguir viajando, descubriendo y compartiendo, pero urge hacerlo de un modo más sostenible y respetuoso».
El espíritu explorador es innato al ser humano. La terra incognita ha sido escenario de innumerables relatos de ficción que, a veces, también sirvieron de pronóstico, como los viajes a la Luna o la navegación submarina anticipados por Julio Verne en sus libros. Y, aunque hay cosas que no cambian, otras lo hacen a gran velocidad. Sin ir más lejos, hoy Phileas Fogg podría hacer su vuelta al mundo en 80 días en menos de 80 horas. Aunque el mundo es inmenso, nunca antes lo habíamos sentido tan cerca ni habíamos estado tan conectados.
En un contexto que avanza a pasos agigantados, también nuestra forma de viajar evoluciona y surgen nuevos anhelos. Buscamos vivir estancias y experiencias auténticas, que nos ayuden a establecer vínculos con los lugares, con sus historias y con las personas que los habitan, y que dejen en nosotros una huella profunda. Surgen, a su vez, nuevas preocupaciones y retos derivados de la necesidad de regenerar, de entender el turismo como un círculo virtuoso en el que nada se pierde ni se destruye. Porque hace tiempo que el planeta dijo basta y que la brújula apunta al reencuentro con la naturaleza y a la búsqueda del equilibrio.
Este es nuestro viaje al centro de la Tierra del siglo XXI, uno que nos invita a formar parte de algo que nos trasciende: el patrimonio natural y cultural de cada lugar que visitamos. Dicho de otro modo, acercarnos a otras realidades desde la curiosidad y el respeto, descubrir y participar de las culturas locales de un modo genuino y contribuir con nuestras decisiones a un turismo más justo y consciente. Porque queremos y podemos seguir viajando, descubriendo y compartiendo, pero urge hacerlo de un modo más sostenible y respetuoso.
Ciudadanos, empresas e instituciones estamos llamados a definir nuestro papel sobre la tierra que pisamos. Vivimos en red y la suma de nuestras acciones es determinante, sin importar la coordenada geográfica. En Barceló asumimos y desplegamos un turismo regenerativo que contribuya a un desarrollo más justo de la economía local y global y sitúe en el centro al medioambiente y a las personas. Con voluntad de anticipación, con ambición y midiendo nuestro impacto en los destinos para una mejora continua. Un compromiso que ha estado presente desde que diseñáramos nuestros primeros resorts eficientes en el Caribe y que está en el corazón de nuestra estrategia Barceló REGEN. Sabemos cuidar y queremos cuidar.
Podemos decir que nuestro viaje es nuestra propia historia, un recorrido de más de 90 años durante el que no hemos dejado de aprender e innovar. Un viaje de ida y vuelta. De pasado, presente y futuro.
Raúl González es CEO de Barceló Hotel Group.