Los galgos son una de las razas de perros más maltratadas. Cuando dejan de servir para correr o cazar, muchos de ellos terminan abandonados en la carretera o en diferentes refugios, cuando no tienen un destino peor y más cruel. Perros de usar y tirar. La artista argentina afincada en España Cynthia Nudel dice tener una conexión especial con su mirada, y encontró en aquello que también se tira la metáfora perfecta para expresar su amor por ellos.
Cuando se fue a vivir al campo, tomó la determinación de pintar solamente con desechos orgánicos para ser fiel a su máxima de crear sin destruir, respetando al máximo el entorno. Así, de la basura extrae pigmentos con un cuidado proceso: cuece los restos para obtener el tinte, pasa el líquido a sólido y lo muele hasta convertirlo en polvo que más tarde aglutina para poder utilizar. Carboncillo, grafito y papel reciclado completan su set. «Me parece importante que los creadores y artistas nos planteemos qué impacto tienen los materiales que usamos y nuestros hábitos para así llevar una actitud responsable no solo en nuestra vida personal, sino también profesional», reivindica Nudel.
Tras años trabajando de esta manera, decidió que si era capaz de dar una nueva vida a los residuos y convertirlos en arte, también podría hacerlo con los galgos abandonados. Así nació el proyecto La mirada del galgo, con el que quiere recaudar fondos que ayuden a la protectora Galgos del Sur a darles una nueva oportunidad a estos perros. «La mirada lo dice todo. Tienen una mirada muy especial en la que se mezcla tristeza con esperanza, sufrimiento con ganas de vivir…», explica la artista.
Si una mirada puede conmover y reflejar la fragilidad de todas las especies, el arte, además de hacer lo mismo, también puede despertar conciencias. Si quieres saber más del proyecto, puedes leer este reportaje de Carmen Lago en Yorokobu.
