A lo que nos rendíamos era a la luz
tú con los ojos dañados
ya desde el mismo Prat
y luego famélicos ambos
era un ansia hacia los cachitos
achinándonos
pues las nubes se apretujaban
cuarteándole al sol su gracia
y nosotros rendidos
nosotros
un tú y un yo primerizos
quién acapara la boca de quién ahora
yo con los labios cortados
ya desde el mismo despegue
no viento
no lágrima
no peso del amor en la boca
la luz era cambiante
como tu atención
cielo santo el hedor de los aires
¿sucio?
¿cómo he llegado hasta aquí?
¿por qué para practicar un deseo
he tenido que incendiar una mancha?
otra pregunta o me rindo
otra pregunta o te lloro
otra pregunta: ¿nos acabamos?
Luna Miguel es poeta, periodista y editora. Puedes leer aquí ‘Lo incómodo de estar todavía vivos‘, el poema que escribió para el primer número de Igluu.