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Valle del Silencio, León. Emilio Fraile.

¿Quieres ayudar a las zonas afectadas por los incendios? Visítalas

Además de las pérdidas humanas y los daños personales, los incendios del último mes que han arrasado con cientos de miles de hectáreas de vegetación también han comprometido el futuro de muchas zonas de la España Vaciada dependientes, en gran medida, del turismo. Seguir viajando a ellas y comprar sus productos es una manera de apoyar la regeneración activa de lugares que tardarán mucho tiempo en recuperarse.


El fuego, por desgracia un viejo conocido en los veranos en España, está siendo el triste protagonista de las últimas semanas. En lo que va de 2022, los satélites indican que hemos perdido ya más de 215.000 hectáreas, los peores datos de los últimos treinta años. Y ni siquiera ha acabado el mes julio. Las dos olas de calor que hemos sufrido en lo que va de verano –y que serán cada vez más frecuentes e intensas en el contexto de emergencia climática en el que vivimos– han exacerbado la virulencia de las llamas en Castilla y León, Galicia, Extremadura, Aragón o Andalucía: por ejemplo, el incendio que afectó a la zona de Losacio y Tábara, en Zamora, se ha convertido en el peor desastre natural en Castilla y León de lo que llevamos de siglo, superando el récord que databa de apenas un mes, cuando otro fuego arrasó la sierra de la Culebra en la misma provincia, que ya roza las 70.000 hectáreas quemadas.

A la situación dramática de quienes se han dejado la vida en el fuego y los vecinos evacuados que han perdido sus casas, sus negocios y sus recuerdos, se añade la complicada perspectiva que espera a las zonas afectadas por las llamas. Además de reparar los daños materiales de lo que ha ardido –que superan con creces la inversión en prevención que hubiera sido deseable para evitarlos– y para intentar minimizar unos daños ecológicos incalculables, también será necesario replantear el futuro de unas zonas que vivían, en gran parte, del turismo que generaba una naturaleza que hoy se ha convertido en cenizas.

Esa regeneración natural y económica descansa, por supuesto, en las políticas públicas y los mecanismos que se activen por parte de las Administraciones regionales y estatales pero, como individuos, nosotros también podemos ayudar a los afectados por los incendios. ¿Cómo? Pues, además de con donaciones económicas a las distintas cuentas puestas en marcha por asociaciones locales, con algo sencillo: yendo a visitarlas.

Turismo regenerativo y patrimonio natural tras los incendios

Dentro de la ola de incendios que ha sufrido España, los que han afectado a la provincia de Zamora han sido especialmente graves: en ellos han fallecido dos personas, decenas de pueblos han tenido que ser evacuados y más del 6% de la superficie total de la provincia se ha visto afectada por las llamas. El que afectó a la sierra de la Culebra en el mes de junio, además, afectó a una zona de especial valor ecológico por tratarse de una de la segunda mayor reserva de lobo ibérico en España, hogar de ciervos y corzos que lograba atraer numerosos turistas, sobre todo en la época de la berrea y en la temporada de recolección de setas. La época en la que se produjo el fuego, con los lobatos nacidos hacía apenas un par de meses, compromete aún más la presencia de la especie. Los ciervos se han dejado ver más estas semanas, buscando nuevos hogares y el alimento que están dejando los vecinos.

Aunque el turismo haya sufrido un revés, la zona sigue teniendo un patrimonio histórico relevante y atractivo en los pueblos cercanos. Por ejemplo, la iglesia de Santa María de Tábara cuenta con el reconocimiento de BIC y alberga un centro de interpretación de los beatos en homenaje al que salió de su monasterio, uno de los más importantes de la Edad Media. Las playas fluviales cercanas y muy abundantes en toda la comarca, bañada por el Tera, la gastronomía y la cercanía de Sanabria –de hecho, la zona de la sierra que limita con la comarca no se vio afectada por el incendio–, una de las joyas de la naturaleza de nuestro país, hacen que siga mereciendo mucho la pena acercarse a ella.

Sierra de la Culebra.

No muchos kilómetros más al norte se encuentra, ya en Ourense, O Barco de Valdeorras. Estos días, el fuego ha arrasado casi 11.000 hectáreas y ha destruido viviendas, obligando al desalojo de varias aldeas cercanas. La zona es un imprescindible para los amantes del enoturismo, con una DO reconocida que ocupa parte de las cuencas de los ríos Sil, Xares y Bibei. Muchas de las bodegas que la forman, tradicionalmente excavadas en barro, tienen siglos de antigüedad, se encuentran en perfecto estado y pueden visitarse.

Enología a un lado, la zona cuenta con abundantes restos de la época megalítica en el Parque Natural de la Serra da Enciña da Lastra, trazos rupestres, puentes y ruinas de vías romanas que han sido testigo durante siglos de los trayectos de los peregrinos del conocido como Camino de Invierno del Camino de Santiago. Además, también puede verse aquí el Santuario de As Ermitas, que data del siglo XVII y se encuentra rodeado de viñedos.

Cerca de la frontera con Galicia, en El Bierzo, se encuentran los Montes de Valdueza. La semana pasada, más de 1.500 hectáreas quedaron reducidas a ceniza en una zona impresionante por su patrimonio artístico y natural. Santiago de Peñalba, una de las localidades afectadas, está considerado por méritos propios como uno de los pueblos más bonitos de España. Nosotros, que recorrimos la zona el pasado mes de diciembre, no podemos parar de recomendarla como ya hicimos en este reportaje en el que hablamos de todo lo que puedes ver en el Valle del Silencio.

Santiago de Peñalba, León. Emilio Fraile.

Sin salir de Castilla y León, pero moviéndonos al sur, en Ávila el incendio forestal originado en Cebreros y Hoyo de Pinares supuso la quema de casi 5.000 hectáreas. Tres cuartas partes de ella eran terreno arbolado, algunos pertenecientes a la Red Natura 2000, zona de especial protección por su valor ecológico y su biodiversidad, sobre todo por la presencia de aves como el águila imperial y la cigüeña negra. Para los aficionados a la ornitología, la visita a estos parajes considerados Zona de Especial protección de las Aves (ZEPA) es obligatoria.

Cebreros, Ávila.

En Salamanca y Cáceres las llamas se han cobrado más de 15.000 hectáreas entre los distintos parajes de Candelario, Monsagro y Monfragüe. En el lado salmantino se encuentran, por ejemplo, algunas de las localidades con más encanto de la provincia y de España: el propio pueblo de Candelario está considerado como uno de los más bonitos de nuestro país por sus calles empedradas y su enclave privilegiado en la ladera de la montaña.

Candelario, en Salamanca.

En cuanto a naturaleza, hay poco que añadir a la espectacularidad del paisaje de la zona y su valor ecológico en ambas provincias. El Parque Nacional de Monfragüe, con 18.396 hectáreas, fue el primer espacio protegido de Extremadura y reconocido como tal a finales de los años setenta, un verdadero santuario para observar la flora y fauna, sobre todo las aves que tienen allí su hogar. Cigüeñas negras, alimoches, buitres, águilas imperiales… Un paraje que ha quedado tocado, pero que sigue siendo visita imprescindible para los amantes de la naturaleza.

Monfragüe, en Cáceres.

Burgos, Málaga, Lleida, Navarra, La Rioja, Zaragoza… Lamentablemente, la lista de parajes tocados por las llamas es ya inabarcable y, probablemente y por desgracia, todo hace pensar que seguirá creciendo en los próximos meses. Si aún tienes que planificar parte de tus vacaciones, piensa en estos lugares para hacer una visita este verano o una escapada en otoño. Además de descubrir lugares increíbles y alojarte en establecimientos rurales con mucho encanto, con ello apoyarás la economía local y a quienes habitan en las zonas para ayudarles a recobrar, poco a poco, la normalidad.

Bonus track: Compra sus productos, ayuda a visibilizar lo que pasa

Antes de terminar el artículo, si esta vez no puedes acercarte, también puedes contribuir con tus decisiones de compra. Muchas de las zonas afectadas por los incendios tienen en la gastronomía y en el sector agroalimentario una de las piedras angulares de su economía. El godello y todos los vinos de la zona de Valdeorras, la ternera de Aliste o de Ávila, la miel de la Sierra de la Culebra y el queso zamorano, el farinato y los embutidos salmantinos, el cabrito de Las Hurdes, las cerezas del valle del Jerte… Productos en su mayoría con sellos de calidad y Denominación de Origen protegidas que avalan su sabor y su excelencia gastronómica. Con algo tan sencillo como fijarte en una etiqueta antes de comprar, además de disfrutar, también contribuirás a apoyar a los pequeños comerciantes y empresas de las zonas afectadas.

En la era de las redes sociales, dar visibilidad y ser altavoz de lo que sucede es importante. Independientemente de que el fuego afecte a tus familiares, amigos o a tu lugar de origen, los incendios arrastran consigo pérdidas humanas, económicas y naturales que nos disminuyen a todos y no solo a quienes habitan la España Vaciada. Compartir información para que todo el mundo conozca lo que pasa, reclamar más medidas preventivas, mostrar apoyo a los vecinos y a los profesionales… También es una forma de ser consciente del problema y ayudar a formar parte de la solución.

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